🎃 Uno de los gigantes de la huerta: la Calabaza

Cucurbita maxima

Las calabazas o zapallos son una de las reinas indiscutidas del huerto. Sus enredaderas fuertes, sus flores amarillas y sus frutos de mil formas y tamaños la convierten en un cultivo que transmite vida y abundancia.

 

Sembrarla en casa es apostar por un clásico de la temporada. La calabaza necesita espacio (¡mucho espacio!), sol y paciencia, pero a cambio te regala una cosecha generosa, ideal para sopas, purés, panes o lo que tu imaginación cocine.

Además, sus semillas y flores también son comestibles, ¡nada se desperdicia!

 

Ver cómo la planta se extiende y florece es una de esas pequeñas alegrías que solo la huerta puede dar.

 

☀️ Clima y exposición

La calabaza es un cultivo de clima cálido, amante del sol y las temperaturas estables. No tolera las heladas, así que se siembra cuando el suelo ya está templado, normalmente desde mediados de la primavera hasta principios del verano.

 

🌱 Siembra y espacio

Podés sembrarla directamente en la tierra o en almácigos, aunque germina mejor en suelos cálidos (mínimo 20 °C).

Colocá 2 o 3 semillas por hoyo, a unos 2 cm de profundidad. Cuando las plantas tengan unas 4 hojas verdaderas, dejá solo la más fuerte.

Si vas a sembrar varias, dejá 1 metro entre plantas y 1,5–2 metros entre hileras: sus ramas se expanden mucho.

 

🌿 Suelo y abonado

El zapallo necesita un suelo suelto, fértil y profundo, rico en materia orgánica.

Antes de sembrar, incorporá compost o estiércol bien descompuesto. Durante el crecimiento, podés reforzar con té de compost o humus líquido cada 15–20 días.

 

💧 Riego y mantenimiento

Requiere riego regular y abundante, especialmente en floración y fructificación. Evitá mojar las hojas para reducir el riesgo de hongos.

Un acolchado vegetal ayuda a conservar la humedad y mantener la temperatura del suelo.

 

🌼 Polinización y flores

La calabaza produce flores masculinas y femeninas. Si notás que las primeras flores se caen, no te preocupes: suelen ser las masculinas.

Las femeninas, que tienen una pequeña calabacita en la base, necesitan polinización (natural o manual) para formar frutos.

 

🐛 Plagas y prevención

Sus principales enemigos son pulgones, oídio (hongo blanco en las hojas) y caracoles jóvenes. Controlá naturalmente con jabón potásico, purín de ortiga o extracto de ajo.

Mantener buena ventilación entre plantas es clave para evitar hongos.

 

🎃 Cosecha y conservación

Las calabazas se cosechan cuando el tallo que las une a la planta se seca parcialmente y la cáscara se endurece.

Cortalas con tijera dejando un trozo de pedúnculo para conservarlas mejor.

Guardalas en un lugar seco, ventilado y sombreado, donde pueden durar varios meses.

 

Si querés aprender cómo sembrarla correctamente, cuándo cosecharla y qué cuidados necesita, encontrás todo explicado paso a paso en el Ebook Primavera–Verano de Alta Huerta: tu guía práctica para crear una huerta viva, sana y productiva.

 

🌿 ¡No seas zapallo: plantá calabazas!

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